La era cuántica ya está aquí (y las empresas lo saben)
🏓 0ff1c3r | La computación cuántica deja de ser promesa para convertirse en presente: Amazon o Google ya están aplicándola en sus operaciones.
Hey, ho! ¿Recuerdas cuando la inteligencia artificial parecía ciencia ficción? Pues prepárate, porque la computación cuántica va camino de robarle el protagonismo.
Esta tecnología, basada en principios de la física cuántica, procesa información millones de veces más rápido que un ordenador clásico. Y ya no es cosa de laboratorios: las grandes empresas han empezado a usarla.
En 2019, Google demostró que su superordenador cuántico resolvía una operación en 200 segundos. Un ordenador tradicional habría necesitado 10.000 años.
Desde entonces, la carrera se ha acelerado. Alphabet presentó en 2024 su chip Willow, diez cuatrillones de veces más rápido que un ordenador convencional, y poco después lideró una inversión de 230 millones de dólares en la startup QuEra, especializada en escalar esta tecnología.
Amazon ya aplica la computación cuántica en AWS para optimizar procesos logísticos y reducir costes de fabricación, y Bank of America ha asegurado que la cuántica podría mover más de 4.000 millones de dólares para 2030, redefiniendo la economía global.
Los datos acompañan el entusiasmo.
El mercado mundial, valorado en 885 millones de dólares en 2023, superará los 12.600 millones en 2032, con un crecimiento del 34,8% anual. En 2027, las inversiones podrían alcanzar los 7.600 millones, y se estima que el 75% de las empresas incorporará la cuántica en menos de una década.
Pero no todo brilla como un chip recién fabricado. Los ordenadores cuánticos siguen siendo inestables, sensibles al ruido y carísimos: los modelos de IBM superan los 10 millones de dólares. Además, su potencial pone en jaque la ciberseguridad global, ya que podrían romper sistemas de cifrado actuales como RSA o ECC.
Aun así, el futuro está claro: la computación cuántica ha salido del laboratorio y ha entrado en la economía real. Las empresas que ya la están probando no solo buscan ventaja tecnológica, sino asegurar su lugar en el tablero global del poder digital.