6 ejemplos de economía circular que podrían cambiar tu empresa
🌷 ESG | De Samsung a Too Good To Go, seis ejemplos que muestran cómo la economía circular convierte residuos en negocio rentable.
Hey, ho! La sostenibilidad ha dejado de ser un añadido para convertirse en motor estratégico.
La economía circular se consolida como un modelo que reduce residuos, mejora la eficiencia y abre nuevas oportunidades de negocio. Ya no hablamos solo de reciclar, sino de repensar, reparar, reaprovechar y reimaginar lo que antes era desecho.
Aquí van seis ejemplos que ilustran cómo la circularidad está cambiando la empresa:
1. Reparar en lugar de desechar
Samsung ha dado un paso firme en España con sus Eco Vans, furgonetas eléctricas que llevan técnicos a domicilio para reparar móviles y tablets.
Junto a ellas, ha lanzado kits de autorreparación y programas de reciclaje con incentivos. La estrategia es clara: prolongar la vida útil de los dispositivos y reducir al máximo la cantidad de residuos electrónicos.
2. Segunda vida para millones de dispositivos
En un sector donde los equipos se reemplazan constantemente, Telefónica ha apostado por dar nueva vida a más de dos millones de routers y decodificadores cada año. Los reacondiciona y redistribuye en su red, evitando toneladas de residuos electrónicos.
A esto suma programas de renovación y reacondicionamiento de móviles para empresas, ofreciendo dispositivos actualizados a menor coste.
3. Inditex: la moda se reinventa
El grupo gallego ha lanzado la plataforma Zara Pre-Owned, que permite reparar, revender y donar prendas usadas. Además, mantiene acuerdos con Cáritas para transformar ropa en empleo social y evitar que toneladas de textiles acaben en vertederos.
La ambición es mayor: este mismo año, todas sus prendas deberán fabricarse con materiales reciclados o sostenibles. Inditex busca así marcar el rumbo de la industria textil global, uno de los sectores más señalados por su impacto ambiental.
4. Del residuo al diseño
El upcycling gana fuerza en manos de nuevas marcas que ven en los residuos materia prima de valor. Infinite Athletic, por ejemplo, convierte cuerdas de raquetas de tenis en ropa técnica. Otros diseñadores transforman retales o palets en piezas de moda y muebles de autor.
La clave está en cambiar la mirada: lo que era desecho se convierte en símbolo de innovación y diferenciación. La creatividad se pone al servicio de la circularidad.
5. Dar salida a lo que sobra
En el sector de la alimentación el desperdicio es enorme y la circularidad ofrece soluciones innovadoras.
Too Good To Go conecta panaderías, restaurantes y supermercados con consumidores que compran a bajo precio, salvando millones de comidas cada año en España.
Phenix ayuda a marcas y distribuidores a gestionar excedentes mediante donaciones o descuentos. La vasca Oreka redistribuye menús corporativos hacia entidades sociales y Refood convierte residuos orgánicos en pienso, compost o biogás.
Todas demuestran que lo que antes era pérdida puede convertirse en recurso, negocio y compromiso social.
6. Movilidad y plataformas colaborativas
La circularidad no se limita al producto, también alcanza a los servicios.
BlaBlaCar aplica la lógica circular en movilidad, llenando asientos vacíos y reduciendo emisiones por pasajero.
En el ámbito corporativo, Circular Market conecta empresas para reutilizar maquinaria, embalajes o subproductos. Y Mueblista impulsa la compraventa de muebles usados entre particulares y profesionales, alargando la vida útil de cada pieza.
El denominador común es el mismo: compartir en lugar de acumular, optimizar lo que ya existe.
Regulación: el impulso definitivo
El marco normativo europeo refuerza esta transformación. El Derecho a Reparar, vigente desde 2024 y obligatorio en toda la UE en 2026, impone a los fabricantes a garantizar repuestos y servicios de reparación asequibles.
En paralelo, la estrategia española Circular 2030 busca reducir un 30% la generación de residuos y duplicar la reutilización de materiales. Estas medidas aceleran la transición y presionan a las empresas a replantear cómo producen y gestionan sus cadenas de valor.
La economía circular ya no es un apartado en los informes de sostenibilidad.
Es un modelo de negocio rentable que recorta costes, conecta con un consumidor más exigente y abre mercados como la segunda mano, el reacondicionado o las suscripciones.
De Samsung a Too Good To Go, de Inditex a startups emergentes, la lección es clara: el futuro de la empresa no será lineal, será circular.